Estoy experimentando una nueva rutina de sueño que me sea
más productiva, sobre todo para alguien que “siente que tiene demasiadas cosas
que hacer que no hace” + 1 bebé, que ya hizo. J
Se llama Everyman y consiste en una rutina de sueño
polifásico, una fase principal de 3 horas y media, y 3 siestas de 20 minutos
cada una o 2 de 30. Por ahora he fracasado los primeros 3 días. Pero sigo. Que
no decaiga, me digo a mí misma.
He de decir que llevar esta rutina, que de por sí es difícil
de cumplir, se complica bastante cuando tu agenda diaria depende en gran medida
de otra personita llamada bebé lactante, el cual, como todo el mundo sabe,
demanda comer cada 3 horas, y todas las demás cosas que demanda un bebé. Pero
es justamente este asunto el que me llevó a buscar una alternativa para regular
mi sueño y mis horas de actividad de una manera diferente de la modalidad
monofásica (la que la mayoría usa que es dormir de un tirón al menos 7 horas).
Algunas de actividades propuestas para esta modalidad, consiste en aprovechar la mañana temprano a partir de las 5 a.m para hacer actividades que te relajen como meditar, hacer ejercicios o yoga, complementar con una ducha rápida y un contundente desayuno que incluya frutas y batidos verdes.
Durante el horario típico de oficina aprovechar para hacer las tareas de trabajo y demás pendientes que se tenga, como responder correos, planificar acciones, y todo trabajo que requiera más concentración.
Y no olvidarse de intercalar las siestas.
En mi caso, se me está haciendo muy difícil, porque en realidad mis siestas son SUS siestas, y no todas las siestas coinciden con mis ganas de dormir, además de que en realidad necesito que él duerma para poder hacer otras cosas que con él despierto se me complica.
Al margen de esto, voy a investigar este método a ver que resulta. Debo estar loca, creo yo.