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miércoles, 23 de septiembre de 2015

De cómo Facebook me ayuda a escribir historias mientras soy madre a tiempo completo



La relación que tengo con Facebook es de amor y odio. Cuando me abrí la cuenta, no lo usaba nadie. Me la pasaba posteando frases sin sentido para probar de qué iba esa herramienta.

Luego vinieron las amigas del cole y las de la Universidad.

La cosa se puso más buena cuando me empezaron a contactar algunos de mis ex. Y ex amigas!

Me da pena la gente que no es capaz de saludarte cuando te la encuentras, mira hacia otro lado, pero por Facebook todos somos amigos, todos nos atrevemos a decir las cosas que #nuncamehubierasdichomirándomealosojos, no cariño? (aquí va la carita de facebook que llora de risa)

Cuando vinieron los hermanos agradecí, porque a la distancia se hace más fácil compartir fotos. Nunca me molestaron los padres. Ni los suegros, excepto cuando me posteaban cosas en mi muro por pura ignorancia de que "esa foto" la veía todo el mundo. (otra carita, lo dejo a elección)

La cosa se puso fea cuando los adolescentes y los niños tuvieron cuenta por primera vez. Miles de mensajes de hola cin, hola cin, hola cin, hola cin, hola cin.... Ufff, dónde está el botón de eliminar!!

Yo, una no-madre, profesional y viajera, no tenía tiempo para socializar por Facebook, sólo lo quería para intercambiar fotos de mis viajes y mis aventuras con mi familia y mis amigos, quienes por otra parte me pedían siempre que no dejara de subir fotos e historias.

Un día me cansé y cerré la cuenta. Me duró 1 día.


Otro día fui más consecuente y me duró un mes. No sin antes borrar todas las fotos de mis viajes. ¡Qué desperdicio! Ahora no sé dónde las puse.

Pero entonces me empezaron a llegar mensajes de ¡¿por qué me fui, o es que tengo una cuenta oculta y no les he dicho?!

Pues tenían razón. Tenía otra cuenta, no-oculta, que utilizaba para el trabajo. Y como empezaron a invadir de solicitudes aquella a la que por ningún motivo los iba a aceptar, me obligó a reabrir la otra. Por mucho tiempo la tuve quieta, y un día me cansé de nuevo y dije, basta de esta tontera. Comencé a eliminar a todos los conocidos, ex amigos, ex novios, ex "asuntos" y demases.

Y me esforcé, juro que sí me esforcé en quedarme con los íntimos, con los que veía en mi vida, con los que hablaba más seguido, con los que me sentía cercana, o con los de toda la vida. Y así la cosa el número no bajaba de 150. Era imposible ser acotada. Aparte quién quiere tener 30 amigos en Facebook. Borrate del facebook si es tu caso, no tiene sentido.

Un día me abrí un blog oculto, y empecé a escribir todos estos pensamientos que me brotan de repente en ese blog. Y como usualmente me olvido las claves y lo peor, las direcciones, perdí el blog y con ello todos mis escritos.

Que no digo que estaban para libro, pero al menos para una tarjetita junot. ;)

(Nota de la autora: para los que no conocen las tarjetas junot, son unas tarjetas que se vendían en Argentina, en las tiendas ñoñas, cursi-love, que en mi época de novia querida, no querible, me solían regalar todos los meses con flores. Yo en aquel entonces odiaba las flores y por supuesto, las famosillas tarjetas. Tal vez, y ahora entiendo, por culpa de las Junot. El caso es que, con el tiempo, cuando ya nadie me regalaba tarjetitas Junot, pasé por una tienda, y desde la vitrina alcancé a divisar una de ellas que tenía una estrofa cursi..de un poema que yo había escrito cuando era niña!! Y eso que no existía Facebook. Pero a las chicas de entonces les gustaba pasarse poemas durante los recreos, y a mí me gustaba escribir cartas a mis amigas. No sé por qué no atiné ni siquiera a comprar esa tarjeta. Juro que lo de mi poema en las Junot es cierto. No importa que me crean o no. No tengo pruebas. Sólo esta subordinada historia entre paréntesis.)

Finalmente, para no dejar ir algunos pensamientos, y para no perderme nada, empecé a usar facebook para eso. Rápidamente, cuando me venía la inspiración, subía una foto o una historia, o un pensamiento que me motivara, para luego sentarme con tranquilidad, cuando Lorenzo ya dormía o estaba con su papá, frente a una hoja en blanco...que ya no iba a ser en blanco, gracias a Facebook.

Uso facebook como un experimento, de mis propias historias, proyectos, y mis propias experiencias, pensamientos e imágenes mentales. A veces son reales, a veces oníricas. Eso qué importa.

Eso es tal vez, el éxito de Facebook, ser instantáneo, rápido y accesible de cualquier dispositivo, y que sabes que siempre estará allí. Como google. Algo que no siempre puedes esperar de tus amigos, je. Los amo, a ambos por igual, o casi. Aquí dejaré esta ambivalencia en el texto adrede.

Para terminar este monólogo con pretensión de ser tertulia, diría que luego de ser la mamá de Lorenzo, me abrí este precioso blog, y me descargué por acá de las ganas de escribir sobre el embarazo y la maternidad. Luego me abrí otro "más de lo mío". Y qué esto no es lo mío?. Y qué es lo mío? Será que escribir?? Como verán la mente de una escritora en ciernes es desprolija y un poco oscura.

Algunos me leen. Y luego mi amiga Nati, que también fue mamá compró el 50% de las acciones de este blog. Una inversionista nata. Y qué bien que lo hizo porque yo estaba por llamar a concurso de acreedores. Ella salvó este blog, y con ello, me salvó a mí.

Y por qué digo esto. Por la necesidad de escribir, y el cómo escribir nos calma, nos tranquiliza, nos alegra el día, el mes. Nos llena de ilusión poder plasmar historias entre los dedos, entre la sien y la cabellera sobre el ojo izquierdo, que aunque no me deje ver bien, no puedo dejar de escribir. No paras cuando eso sucede y te viene una energía arrolladora, donde todos los mundos son posibles, al menos el propio, (con tus sueños y tus deseos dentro de él).

A partir de entonces, ya no oculto nada. 


Tengo 2 blogs, ¿por qué andar eliminando amigos de mi facebook, si de todos modos pueden ver mis blogs, mi instagram, mi google plus, mi twitter?. Qué tontera esa de querer desaparecer o quedar oculto, cuando nos espían gente que ni conocemos para vaya a saber qué secretos planes.

Prefiero que me "espíen" mis amigos, o mis ex. Los que aún no tengo en face. Los que alguna vez eliminé. Los que aún no me conocen y no saben lo que tengo para ofrecer. Si me leen mejor, será que voy por buen camino. Pase, siéntese y sírvase un café. Ahora les cuento esta historia, otra vez...




sábado, 20 de junio de 2015

Odio a Maite




Hay un nombre que odio. Y es Maite.

No es porque me suene feo, o porque así se llame la nueva novia de mi ex, o porque me recuerde a la profe de matemáticas que nunca quiso ponerme un diez, (para alejarme de sus protegidas).

Odio a Maite, al nombre, porque la escucho todos los días -de la vecinita del edificio donde vivo- gritarlo por la ventana, justo cuando Lorenzo al fin duerme su siesta, y gracias a ello, puedo ponerme a escribir.

Y luego, cuando la hoja en blanco, el té a un costado sobre el posavasos, la computadora lista y mi inspiración dispuesta, la niña del 8vo y tanto, se asoma por la ventana y grita Maiteeeeeee.

Y yo tiemblo porque sus chillidos no despierten al pequeño saltamontes, porque ella insiste e insiste con Maiteeee, Maiteeee y la despiadada Maite, -es decir la niña, no el nombre- ni se asoma por la ventana o por el balcón, para devolverle el saludo a la otra, su vecina, cuyo nombre no importa porque nadie la reclama.

Y otro día, se las ve desde arriba jugar entre los jardines, la tal Maite haciéndose la importante, y detrás una comitiva de niños y niñas que la siguen por igual, al unísono Maiteee Maiteee. Y yo con ganas de bajar y decirle a Maite que por favor les de bola a los loser de sus amiguitos, o que se cambie el nombre o que mejor, se cambie de casa.

En otro orden de cosas, pienso, y la otra, la gritona, ¿por qué no tiene más personalidad? Y lo más importante, ¿Cuántas “Maites” han aparecido en nuestro círculo personal alguna vez?

Creo que, más tarde o más temprano, todas tenemos una Maite en nuestras vidas...

Por eso, y por todo lo demás, odio a Maite.

sábado, 13 de junio de 2015

La inspiración de una madre


 Mientras aseaba a Lorenzo en el lavabo, mi mente se puso a divagar acerca de los reencuentros y de aquellas personas que nunca más volverán.

Y se me había ocurrido una bonita historia, bien contada en mi imaginación, de esos momentos de inspiración que si pudieras saldrías disparada hacia tu cuaderno de anotaciones a escribir, qué digo, a escupir las ideas que se te vienen a tu cabeza, como si de pronto se te encendiera una pantalla de cine en tu mente y ves pasar imágenes y más imágenes de una película que nunca vas a hacer, pero que por gracia de tu talento, puedes contar. 

Y sin embargo, ahí te quedas, con la mano embadurnada de jabón y espuma, lavando y lavando la delicada piel de un santo bebé que no tiene la culpa de tener una madre que mientras físicamente ella está ahí para él, su mente ha sido robada una vez más por lo duendes...

Y la historia? Ah, sí, la historia es esta..porque la otra, la verdadera, se ha ido con los duendes, mientras mis manos escribidoras se dejaban estar entre las pompas de jabón, resignando con mucho amor y cariño por el santo niño, un nuevo capítulo del libro que quizá nunca más escribas, por ahora.

lunes, 25 de mayo de 2015

Confesiones de una madre primeriza y bloguera




Este blog casi se cierra. Si está aún vivo, y ahora relanzado es gracias a las conversaciones de dos amigas.

Como sabrán, este blog es de dos madres primerizas, mi amiga personal, Natalia y esta servidora. 

Pero antes era sólo mío, sin ninguna utilidad más que para hablarme a mí misma, y no fue hasta que nos pusimos a conversar con Nati y contarnos tantas historias de maternidad de risa, cuando nos dimos cuenta que teníamos que compartirlas. Y esa nueva energía, salvó a este blog. :)

Cuando abrí este espacio, nunca lo hice para que me leyeran, sino para hablarme a mí misma y dejar salir las palabras que me salían a borbotones.


Escribía todo lo que encontraba, papeles, post-it, cuadernitos, documentos, Facebook, Twitter, este blog, hasta las servilletas de los cafés donde ocasionalmente me encontraba. Escribía historias, escribía poemas, escribía cuentos, escribía frases, escribía y escribía. Hasta pensé en hacer un libro. (sí, claro, escribir es fácil, publicarlo no tanto, que te lo lean ni hablemos)

Hacía muy poco que estaba embarazada y de pronto las hormonas comenzaron a hacer de las suyas, y como a muchas madres primerizas, se les da por investigar, buscar, y emocionarse de otra manera.

Así me di cuenta que allí afuera, y aquí adentro, hay un mar de voces que hablan de maternidad, como algo normalizado, un poco idealizado, pero pocas que hablaran la otra cara de la maternidad, el día a día de esta nueva experiencia, donde a veces no te alcanza el día para ducharte, y NO funcionan los consejos tontos al estilo duerme cuando él duerma.


Entonces creé este blog para poner todos esos sentimientos, en un solo lugar, como si fuera mi cajita de los recuerdos. Y que con el tiempo, pasado el bumeran de adrenalina y hormonas revueltas, pudiera mirar y entender esta experiencia desde otra perspectiva, de lo vivido, lo amado y lo aprendido.

Ahora, puedo decir que he evolucionado con el blog. Y que el objetivo personal de aprender contándome a mí misma mi historia, ha dado sus frutos. Y ahora me siento empoderada, pero aún me falta mucho que aprender. Porque cuando crees sabértelo todo al año de tu hijo, el cabroncete ya casi cumple 2.

Luego me dediqué por completo a mi otro blog profesional: www.conversacionesdigitales.com y a mis otros proyectos y experimentos tecnológicos.



Estaba llena de ideas, rebosaba creatividad, tenía mucho trabajo, dentro y fuera de casa. Y de pronto me di cuenta que tenía este blog y que lo había dejado abandonado, porque los temas de embarazo y maternidad ya no eran mis temas, porque yo buscaba desesperadamente salirme de la domesticidad de la vida y creerme el cuento de la mujer exitosa, todopoderosa y ultra profesional.

Estaba pensando en cerrarlo y guardar de recuerdo todos los posts, cuando de pronto encuentro una pequeña tribu de madres que como yo eran emprendedoras, viajeras y vivían lejos de su tierra, y luego encontré otras muchas tribus virtuales y así, poco a poco, volví a conectarme con la maternidad.

A estas mujeres, como dice Natalia en su post, les debo mucho de lo que hoy soy como madre.

Casualmente, una de estas amigas madres, me dio un hermoso consejo justo cuando yo estaba en mis peores momentos de fastidio y estrés.

Con mucho cariño me dijo, "Cintia, tendrás un bebé muy pocos años, disfrútalo. No te exijas tanto, no hagas tantas cosas, ya hiciste todo lo que tenías que hacer todos estos años, y eso te permite llegar a este momento sin presiones de seguir haciendo más, ¿para qué? no lo necesitas, de verdad que no lo necesitas, ahora te mereces este tiempo sólo para tí y para tu hijo, disfrútalo".


Parece que le hice caso. Porque tomé decisiones. Y entre ellas, fue quedarme en casa y trabajar online. Emprender. Ser freelance. Escribir. Pero sobre todo, criar, amar y crear.

Hace meses de esa conversación, y aún hoy me acuerdo de sus palabras como si me las acabara de decir. Y me vienen siempre a mi mente, cada vez que me he sentido sobrepasada, estresada, con ganas de salir corriendo, y de volver el tiempo atrás donde era la mujer independiente, profesional, decidida y audaz, (ja!) que se comía el mundo y hacía lo que quería y cuando lo quería...

Un momento...¿es que ahora no lo soy?


Pues en esas cavilaciones me encontraba yo los últimos días hasta hoy cuando me di cuenta que sigo siendo TODO eso, y además, MADRE. Pero no soy UNA MADRE, así a secas, soy sólo la mamá de Lorenzo. Para el resto, para todo el mundo, incluso para mi compañero, soy y seré siendo Cintia, una mujer valiente, decidida y audaz.

...
...

PD1: Y que todo está bien, que hago lo mejor que puedo siempre, que lo mejor que puedo hacer también me incluye a mí y no sólo a él, y que habrá veces que podré, otras que no, y que de cualquier manera, estará bien.

Estas reflexiones me trajeron de nuevo hasta aquí y por eso, aquí se quedan. Un lugar donde nunca me tendría que haber ido, porque en definitiva nunca me fui.

Bienvenidas a este nuevo espacio compartido entre amigas, a esta tribu virtual de mujeres, nodrizas, brujas, diosas, guerreras y poderosas. 

Bienvenidas al mundo de las mujeres normales. #NOsomosPERFECTAS #NOqueremosserlo :D


PD2:  Este blog es un experimento y está en una constante evolución, puede cambiar el nombre y el sentido miles de veces más, según el canto de las sirenas que escuchan a veces sus fundadoras, las ganas de marear la perdiz o tocar la gaita. Gracias a todos por llegar hasta aquí. :)