Yo no lo había contado, pero mientras estuve embarazada de
Lorenzo abrí una tienda de vestidos y bicicletas para chicas en el Barrio
Italia, un barrio muy trendy y exclusivo de diseño en Santiago de Chile.
Luego de varios meses la cerré porque las dueñas me pidieron
la casa donde estaba el local. Entonces abrí una tienda online y ocasionalmente
un showroom, porque con Lorenzo igual no me quedaba tiempo para dedicarme full
time a atenderla personalmente y menos si tenía que empezar un local nuevo de
cero.
Este mes de abril me invitaron a participar en una feria al
aire libre. Entonces aproveché de vender mis cosas de diseño y otros productos
que me quedaron de la temporada anterior.
Montar el stand no fue muy complicado, sino más bien cargar
en el auto todos los bártulos que tenía que llevar. No tenía mucho tiempo de
prepararme así que fui con lo que tenía. Lo que sí alcancé a hacer, fue un
perchero móvil. Genial idea.
Y la verdad, me fue estupendamente bien. Fui de la última en
llegar y la primera en irme. Porque ya había vendido montones, y en abril,
cuando el sol se va, el frío se siente.
Eso demuestra que cuando tienes un buen producto, das un
buen servicio, y tienes al mejor vendedor del mundo atrayendo todas las
miradas, nada puede salir mal.